Gracias a la ayuda de una familia de Tres Olivos y al movimiento Smart Green de LG, el pasado martes, disfrutamos de un taller de reforestación donde realizamos bolas de semillas autóctonas. Siguiendo la técnica japonesa Nendo Dando conseguimos un buen número para lanzarlas en nuestra excursión del sábado.
Al grito de : ¡Por la Tierra! ¡Por más oxígeno! ¡Por un planeta menos enfermo! fuimos sembrando el encinar de las Rozas.
Aprovechando esta técnica de reforestación, vimos cómo la naturaleza se las arregla para dispersar las distintas semillas para su reproducción. El más curiosos para nosotros fue el algunas vainas ya literalmente explotan y salen disparadas sus semillas.
En nuestra ruta habitual, observamos que tras las lluvias, se habían generado nuevas zonas de cría para los anfibios. Éstas no necesitan de sus progenitores para sobrevivir, las hembras ponen cientos, incluso miles de huevos y siguen su ciclo vital. Otra cosa que aprendimos es que en función de la temperatura de incubación, ¡nacen machos o hembras! Aunque nos tentaba atrapar algún que otro renacuajo, en el Club de Montaña sabemos que debemos de minimizar nuestra interacción con los seres vivos, en especial con los anfibios a los que podemos infectar con las bacterias que tenemos en nuestra piel.
Debido a la humedad de estos días, también dio lugar a conocer mejor los líquenes y musgos. Estas plantas carecen de tallo y hojas y no necesitan suelo para crecer. Gracias a ellas, contribuyen a aumentar la capa de suelo y entre ellos viven pequeños animales y ayudan a conservar la humedad.
Por la tarde, participamos en los distintos talleres donde le objetivo era estimulamos el tacto. Con este sentido no solo podemos conocer características de los distintos materiales naturales, sino que también podemos transmitir emociones. Buena prueba de ello son las semillas rudraksha, que usaban nuestros antepasados los indios, para relajarse. Así que nos hicimos unas pulseras con estas semillas y evocamos un mantra por la naturaleza.
El segundo trimestre ha llegado a su fin, pero aún nos queda el tercero con nuevas actividades, la más esperada del año: el campamento y la excursión de familias. ¡Prometemos diversión y aprendizaje!



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