En este periodo educativo nuestra labor se focaliza en dos aspectos fundamentales :
Por un lado, desarrollamos un amplio programa de competencias emocionales, con el objetivo de permitir que TODOS los estudiantes alcance su máximo potencial, descubriendo los valores fundamentales de nuestra sociedad. Cada día se generan dinámicas y contextos en el colegio que promueven un ambiente óptimo de aprendizaje basado en la convivencia, la seguridad y la confianza. Nuestro alumnado se desarrolla personalmente en un clima familiar para convertirse desde su realidad en miembros activos y responsables de la sociedad.
Por otro lado, analizamos las necesidades educativas individuales de cada alumno y, a través de las medidas y de las metodologías personalizadas, le convertimos en el protagonista de su proceso de aprendizaje y logre, de este modo, desarrollar al máximo sus capacidades. Para ello diseñamos una oferta educativa flexible y adecuada a los niveles de excelencia del sistema educativo actual comprometiéndonos con las exigencias de las pruebas externas y las titulaciones de idiomas. En este punto, el Departamento de Orientación cobra un papel relevante, puesto que se suma a la labor de todo el equipo docente, dando respuesta a la orientación académica y personal del alumnado a lo largo de toda la etapa.
El éxito de este planteamiento educativo no se entendería sin contar con las familias. Los tutores y especialistas mantenemos una estrecha relación con ellas a través de la agenda escolar, la plataforma educativa, las reuniones trimestrales, las tutorías individuales y los encuentros formativos. De esta forma, se genera un espacio de trabajo conjunto que permite el desarrollo integral del adolescente en un momento clave en la toma de decisiones y de cambios significativos en su vida.